http://elpais.com/elpais/2015/10/22/buenavida/1445520901_148193.html
Me ha parecido muy interesante por que resume investigaciones sobre el desarrollo cognitivo del niño que derriban ideas preconcebidas y muy de moda actualmente y reafirman y contrastan otras que ya sospechabamos. En lo tocante a música os lo voy a poner en letra mas grande y cursiva. Os lo transcribo con enlaces y todo:
Si quiere un hijo listo, quítele el iPad y dele una guitarra
Las clases de música potencian la inteligencia de los niños. No así la tecnología, que fomenta ciertas cualidades, pero no altera el fondo.
El 50% de la inteligencia de su hijo vendrá determinada por sus genes, según un estudio reciente publicado en la revista Psiquiatría Molecular.
Su relación con el medio a lo largo de la infancia, la adolescencia y
la vida adulta terminarán de construir el jeroglífico. ¿Y qué pinta
usted, progenitor de la criatura, en todo esto? “Sin los padres, el
potencial intelectual del niño no se puede desarrollar”, asegura Álvaro
Bilbao, doctor en Psicología, neuropsicólogo y autor del libro El cerebro del niño explicado a los padres.
“La llave del desarrollo potencial del cerebro del niño está en las
relaciones con sus padres. Aunque la genética tenga un peso importante,
sin esa presencia no se convertiría en realidad. Es como un niño que
puede llegar a medir 1,90 metros, pero si sus padres no lo alimentan
bien, no lo logrará”.
Cuando un bebé nace ya cuenta con la práctica totalidad de las 86.000 millones de neuronas que tendrá en la edad adulta.
La principal diferencia entre su cerebro y el de una persona mayor es
que esas neuronas habrán desarrollado trillones de conexiones entre sí.
Cada una de esas conexiones puede traducirse en un aprendizaje que el
cerebro del niño ha realizado, según explica Bilbao en su trabajo. Los
primeros seis años de vida son muy importantes, porque a partir de esa
edad el niño empieza a perder parte de esas conexiones, concretamente
las que utiliza menos.
Si no dejamos que vean televisión durante la cena, no lo haga tampoco usted, ni siquiera el informativo
Si no dejamos que vean televisión durante la cena, no lo haga tampoco usted, ni siquiera el informativo
Ahora que sabemos que los padres tienen la llave para
el desarrollo de la inteligencia de su hijo, ¿qué podemos hacer? La
respuesta del neuropsicólogo es sencilla y a la vez compleja, pero
podría resumirse en quererlos, cuidarlos y compartir la vida con ellos,
reforzando conductas positivas, apoyándolos, jugando ("tirados en el
suelo si es necesario"), socializando, dejando que se equivoquen,
dialogando todos los problemas.
En eso coinciden otros expertos como
Maximino Fernández Pérez, pediatra del centro de salud de La Felguera
(Asturias), psicólogo y vocal de Psiquiatría Infantil de la Sociedad
Española de Pediatría (AEPED).
“El niño debe saber que tiene detrás unos padres que lo quieren y se
preocupan por él”, afirma, y además recuerda la importancia del
aprendizaje por imitación. “Los padres somos el modelo de nuestros
hijos”.
Tirando de refranero español, no se puede estar rogando y con el
mazo dando. Si no dejamos que vean televisión durante la cena, no lo
haga tampoco usted, ni siquiera el informativo.
Pero hay otras muchas cosas que hacer en la vida
cotidiana para estimular el desarrollo cerebral de los pequeños y
también otras muchas que tienen buena fama pero en realidad no son tan
útiles. Las repasamos.
Apuntarlo a actividades artísticas: mejor música que teatro
Hay investigaciones que han relacionado el desarrollo cognitivo con el aprendizaje de la música (no con su mera escucha). Un estudio de la Universidad de Toronto publicado en la revista Psychological Science
comparó a cuatro grupos de niños de seis años. Durante un año, un grupo
estudió piano; otro, canto; otro, arte dramático; y otro grupo no
recibió lecciones de ninguna clase, aparte de las clases regulares.
A
todos se les practicaron pruebas de inteligencia antes y después, y se
encontró que en los dos grupos que recibieron lecciones de música hubo
un aumento en varias medidas de inteligencia mayores que en los otros.
El grupo que recibió lecciones de arte dramático también tuvo un
aumento, pero no fue en las áreas relacionadas con el desarrollo
cognitivo, sino en las de conducta y adaptación social. El grupo que no
recibió lecciones registró un aumento menor en las pruebas.
DVD con imágenes y música para menores de 2 años: ni se moleste
Si en su casa ha habido un bebé en los últimos 10 o 12
años, conocerá estos DVD con imágenes sencillas de dibujos, muñecos o
niños que van pasando al ritmo de piezas de Mozart o Beethoven. Se
comercializaron con la idea de ser educativos, pero, tras un litigio, la
compañía (Disney) terminó por anunciar que devolvería el dinero a
quienes se sintieran afectados porque, después de verlos, sus niños no
parecían más listos y porque hubo estudios que así lo desmintieron. De hecho, la Academia Americana de Pediatría advierte de que los menores de dos años ni siquiera deben ver televisión.
Programas de entrenamiento cerebral: para la memoria a corto plazo
En los últimos años han proliferado escuelas y
programas, juegos electrónicos y hasta aplicaciones para móviles con el
objetivo de entrenar y estimular el desarrollo cerebral… Sin ninguna
base científica. Un grupo de niños de entre siete y nueve años de edad
formó parte de un estudio de la Universidad de Cambridge
para el que recibieron 25 sesiones de entrenamiento de memoria a corto
plazo y comprobaron que, si bien hubo ciertas mejoras en esa parcela, no
sucedía lo mismo para otras habilidades más amplias como matemáticas,
lectura o escritura. “Si a un niño lo llenamos de conocimientos pero no
permitimos que desarrolle su capacidad, no lo hacemos más inteligente.
Lo hacemos más sabiondo. Quizá con estos programas parezca que el niño
avanza más que sus compañeros en determinadas áreas, pero al final los
compañeros lo alcanzan y ellos habrán perdido otras capacidades que
tienen que ver con el juego libre y el desarrollo de la creatividad. El
desarrollo cerebral no es un proceso que pueda acelerarse sin perder sus
propiedades”, advierte Bilbao.
Dispositivos tecnológicos: solo a partir de 3 años
Si a un niño lo llenamos de conocimientos pero no permitimos que desarrolle su capacidad, no lo hacemos más inteligente. Lo hacemos más sabiondo
Álvaro Bilbao, doctor en Psicología
“¡Este niño, qué listo es! Tan pequeño y mira cómo
maneja el móvil y la tableta”. Se trata de una frase de abuelos y tíos
muy común. Pero un estudio de la Universidad de Boston publicado en la revista Pediatrics
sostiene que el uso frecuente de estos dispositivos por parte de
menores de entre uno y tres años puede afectar no solo a su cerebro,
sino también a sus capacidades de desarrollo social y emocional. El smartphone
y las tabletas generan estímulos tan rápidos e intensos que el cerebro
de los pequeños no tiene capacidad para manejarlos. “La tecnología nunca
va a mejorar la capacidad de inteligencia de base. Puede ser un
complemento y fomentar algunas cualidades, pero nunca va a mejorar el
patrón de fondo”, apunta Fernández Pérez.
Ver películas en inglés: el camino al bilingüismo
O dibujos animados. Cada día un ratito. Con el apoyo
de un profesor nativo en la escuela o en las extraescolares. “Esto es
más efectivo que un colegio bilingüe sin profesores nativos”, asegura
Bilbao. Según el Estudio Europeo de Competencia Lingüística,
los españoles no entendemos inglés porque siempre hemos escuchado la
televisión doblada al español, cuando la escucha y visionado de
productos audiovisuales en versión original mejora un 21% los resultados
de los estudiantes en comprensión oral.
Lectura nocturna: siempre entre dos
El cuento de por la noche no puede ser una lectura
rápida para que se duerman pronto y todo lo que los niños hagan en esos
minutos sea mirar los dibujos. Según un estudio realizado en Canadá, lo que realmente mejora sus habilidades y estrategias de aprendizaje es compartir esa lectura: una página cada uno.
Música para el feto: hay reacción, pero sin consecuencias
Eva Carnero
Lo que realmente oye el feto cuando usted le habla es una especie de
murmullo, algo así como el ruido de fondo de un bosque. Y aunque según
un estudio publicado en The Journal of the Acoustical Society of America las
palabras emitidas desde el exterior son ininteligibles aproximadamente
en un 50%, un equipo de investigadores liderado por Marisa López-Teijón,
jefa de Reproducción Asistida del Institut Marqués,
considera que es posible hacer que las palabras o la música lleguen con
claridad al interior del útero vía vaginal. "A partir de las 16 semanas
de gestación, el feto ya es capaz de responder a estímulos musicales",
explica la coautora del estudio Expresión facial fetal en respuesta a la emisión de música vía vaginal, publicado recientemente en la revista Ultrasond.
Pero, ¿qué sucedía cuando a los fetos de las embarazadas del estudio
se les ponía música de esta manera? "Cuando aplicamos música vaginal
[hay un gadget específico para ello], el 87% de los fetos
movieron la boca o la lengua y cerca del 50% reaccionó abriendo
muchísimo la mandíbula y sacando la lengua al máximo", explica García
Faura, quien asegura que al aplicar la música al abdomen o vibraciones
sonoras no observaron los mismos resultados.
Las respuestas motoras que describe García Faura y que el profesor
Prats identifica con movimientos de vocalización, constituyen "unos
resultados interesantes", pero, en opinión de la doctora Ana Riverola de
Veciana, médico adjunto de Neonatología del Hospital Sant Joan de Déu
(Barcelona), "no nos permiten extrapolar que este tipo de estimulación
prenatal sea beneficiosa para los fetos a largo plazo". La experta cree
que lo que el estudio muestra son respuestas faciales, y, de ahí, lo que
se puede deducir es que los fetos oyen desde la semana 16, lo cual ya
es muy novedoso. "Sin embargo, esto no quiere decir que el feto esté
disfrutando o que ese estímulo sea positivo para su desarrollo", dice.
El doctor Fernández Pérez también añade que no hay evidencia empírica de
que este acto influya en la posterior inteligencia del niño.
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