BENEFICIOS QUE APORTA TOCAR UN INSTRUMENTO DE VIENTO
Todo ser humano adora la música. Victor Hugo, el
poeta francés, llegó a decir que “la música expresa aquello que no puede
transmitirse en palabras, y que tampoco puede callarse”. No solamente nos dan
placer los sonidos musicales, también nuestro cuerpo y cerebro disfrutan de la
creación y la interpretación musical. La música es sumamente beneficiosa para
nosotros y ejecutarla a través de instrumentos musicales nos aporta enormes
beneficios: aumenta la memoria, fomenta la disciplina, perseverancia y
concentración; mejora la coordinación y las habilidades matemáticas,
alivia el estrés, contribuye a desarrollar las habilidades
sociales…
Además, cada una de las familias de
instrumentos tiene sus características particulares y por ende sus ventajas. En
el caso de los instrumentos de viento, como la Flauta Travesera, el
principal beneficio es mejorar la capacidad pulmonar.
Las personas con tres años de práctica de un instrumento de
viento pueden tener un 70% más de capacidad pulmonar que las personas
que no lo practiquen.
Por otro lado, tocar instrumentos de viento
también mejora la calidad de las horas de sueño debido a que la respiración es
más profunda y uniforme, logrando un descanso más consolidado. Incluso, hay
estudios que aseguran que esta práctica musical puede evitar
enfermedades respiratorias como el asma, habiéndose
registrado beneficios en numerosos casos de pacientes, muchos de ellos
niños.
Todo esto es posible porque, al aprender a tocar
estos instrumentos, como la Flauta, los niños aprenden a expulsar la
cantidad de aire correcta e incrementan la oxigenación del organismo sin
darse cuenta, tonificando sus pulmones.
Los numerosos beneficios de la respiración
también son valiosos para los niños: garantizar un buen desarrollo, evitar
problemas de estrés y nerviosismo, favorecer la concentración y el aprendizaje,
y ayudarles a ser conscientes de su propio cuerpo y de sus
capacidades, algo que resulta de gran ayuda a la hora de fomentar su autonomía.
Nuestra querida Flauta no nos da más que alegrías: ¡es música y es salud!